¿Problemas con su plomería?
Cómo identificar y prevenir infecciones urinarias
Siempre es frustrante cuando las cosas se descomponen: El auto hace un ruido raro, la computadora no enciende o el fregadero de la cocina gotea otra vez. El mayor desafío es intentar encontrar la causa del problema para abordarlo de forma adecuada.
Lo mismo pasa con el cuerpo. Un problema frecuente y difícil de diagnosticar es la infección urinaria (IU). Los síntomas son muy molestos y, si no se tratan, pueden provocar problemas graves. Es por esto que es tan importante detectar estas infecciones de manera temprana.
¿Qué tan frecuentes son? Según la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta, Georgia, más del 50 % de mujeres tendrán al menos una IU durante su vida. El 81 % de las IU ocurre en mujeres, pero ¡eso no significa que los hombres se salven! Cualquiera puede tener una a cualquier edad.
Con el tiempo, las IU se vuelven molestas o incluso dolorosas, pero en un principio pueden parecer un problema menor y pasajero. Especialmente en los pacientes mayores, los síntomas suelen confundirse con otros problemas, lo que puede retrasar el tratamiento. Cuando la infección no se trata, se puede propagar a lo largo del tracto urinario y dañar todo lo que alcanza. El daño en el tracto superior, cerca de los riñones, es especialmente peligroso y en el tracto inferior es sumamente doloroso, como una piedra en el riñón.
- Necesidad frecuente o persistente de orinar
- Orina turbia
- Olor fuerte
- Febrícula
- Sangre en la orina
- Dolor o sensación de quemazón al ir al baño
- Dolor pélvico (más frecuente en mujeres)
Fácil de tratar. Aún más fácil de prevenir.
Prevenir una IU es el camino más fácil. Acostúmbrese a beber un vaso de agua después de ejercitarse y comer. El jugo de arándano también tiene propiedades preventivas, así que beba un vaso algunas veces por semana. Vaya a baño con regularidad. Asegúrese de contarle a su médico si presenta algún problema para obtener suficiente líquido o con pérdidas urinarias.
Es importante tener en cuenta que una higiene deficiente, los antecedentes familiares y la actividad sexual aumentan la probabilidad de tener una IU. Si al despertarse por la mañana descubre que tiene algunos de los síntomas anteriores, es muy probable que la causa sea una IU. El tratamiento suele ser bastante sencillo y claro, con un ciclo de antibióticos que lo solucionarán en poco tiempo.
Una revisión médica rápida puede hacer que todo vuelva a funcionar bien en un santiamén. Probablemente sea más fácil que detener la fuga del fregadero... ¡ese es un tipo de plomería completamente distinto!
La diabetes (especialmente de tipo 2) aumenta en gran medida la probabilidad de tener una IU. Aún más importante, dificulta la identificación de una IU. La diabetes afecta el flujo sanguíneo y, en particular, su sensibilidad. Con las IU, esto es un problema por las siguientes razones:
- Un menor flujo sanguíneo causa un menor recambio, lo que significa que es más probable que se desarrolle una infección.
- Una menor sensibilidad significa que es menos probable que identifique las primeras etapas de malestar.